Un manojo de espinacas, con una iluminación muy controlada para crear una atmósfera de cierto dramatismo, es lo que he usado esta vez. Centrar el punto de atención del espectador a la hortaliza, sin mas elementos y con un único foco de luz que cree volúmenes marcados. Un ejercicio simple y efectista visualmente, pero que no deja de darnos un resultado bello de algo muy simple…