Con el Romanesco que es un híbrido entre brécol y la coliflor si os soy sincero, no se si dejarlo en un jarrón con agua como si de un ramo de flores se tratara, decorando la estantería del salón o cocinarlo y comérmelo, porque bonito y raro lo es...
De sabor suave y fácil preparación, es rico en vitamina C y fibra soluble, siendo una verdura, que no debería faltar en nuestra dieta.
Su intenso color verde y su peculiar forma, me hizo fijarme en él en cuanto lo vi en la frutería de mi calle.