Visita al templo de la Sagrada Familia de Barcelona, con la cámara Fuji X-E1 y el Fujinon 18-55 mm. Toda una experiencia para los sentidos, una majestuosa obra de arte, que desgraciadamente esta “aun inacabada”, pero aun así es todo un regalo visual y toda una atracción para el fotógrafo. Nos encontramos los días soleados, con un sin fin de matices cromáticos tras cada vidriera, que es todo un espectáculo visual. Un sin fin de detalles, labrados en piedra, tanto en el interior como en las fachadas del exterior, hacen que el visitante no pueda mas que rendirse ante tanta belleza.
Con una ISO, que varía entre 640 y 3200, he intentando no utilizar diafragmas demasiado abiertos, para conseguir mas detalle, he podido tener velocidades de obturación que oscilaron entre 1/60s y 1/100s, mas que suficiente para realizar las tomas a mano.