Ya conocéis a Montse, mi mujer, por algunas fotos que he subido tanto aquí, como en Facebook y Flickr, pero hoy os quiero presentar a Sandra, su hija, que puede presumir de tener unos preciosos ojazos que siempre me gusta resaltar cuando le hago fotos. Ella siempre esta dispuesta para que le haga fotos y hacer mil y una muecas ante la cámara y sacar toda su frescura y arrojo de su juventud.
Esta semana os dejo una pincelada de las fotos que hicimos en casa, en la cual sólo use la Canon 7D y el 50 mm. F/1.4, también de este fabricante, que para retratos considero que es un objetivo soberbio, como ya he comentado en otras ocasiones. Es el único objetivo que tengo que no es de la serie L profesional de este fabricante, pero que considero, que no tiene nada que envidiar a dicha serie, pues la definición, el contraste y el color a F/8 son perfectos en cualquier área en el que lo usemos. Es una verdadera pena que no esté catalogado como L, porque en cuanto a calidad óptica es un L con mayúsculas, tiene un desenfoque a F/1.4 impresionante, que para retrato lo hace muy atractivo, ademas en todas sus focales lo hacen muy nítido y con colores muy buenos. Repito que lo que mas me impresiona es la nitidez, mucho mejor que su hermano menor el F/1.8 y su enfoque ultrasónico. He de decir que no tiene la robustez que un L, que es la razón por la que no lo traten en Canon como tal, pero es una buena inversión para nuestro equipo fotográfico.